Desterrar los ruidos molestos del tren de rodaje
BILSTEIN da consejos contra vibraciones, ruidos, matraqueos y demás
Los talleres a veces se enfrentan a clientes que se quejan de ruidos o vibraciones en su vehículo. Especialmente cuando el fenómeno aparece de forma irregular, no resulta nada fácil encontrar la causa. Si el error se asume que está en el entorno del tren de rodaje, pueden ser de ayuda para el diagnóstico los siguientes consejos de BILSTEIN. Lo primero es distinguir entre distintos tipos de vibraciones audibles o perceptibles al tacto: en automoción se habla de NVH, que significa Noise (ruido), Vibration (vibración) y Harshness (aspereza).
Los ruidos se transmiten como sonido, las vibraciones son impulsos perceptibles que no son causados por la superficie de la carretera. La aspereza es la reacción excesiva del vehículo a la superficie de la vía, es perceptible al tacto y puede llegar a ser audible. A menudo no se puede realizar un diagnóstico estándar en caso de ruidos y vibraciones. A primera vista todo parece funcionar, en ocasiones se quiere ver la causa en una pieza desgastada. Sin embargo, a menudo la auténtica causa hay que buscarla en otro lugar y el amortiguador defectuoso o la formación de dientes de sierra en el neumático son consecuencia de otro defecto. Lo importante es no solamente tratar los síntomas. Si en el tren de rodaje no se despliegan y repliegan correctamente los suspensores, no habría que sencillamente mejorar el confort llenando menos los neumáticos.
Los talleres deberían hacerse las siguientes preguntas al comenzar el diagnóstico: ¿Cómo se hace perceptible el defecto? ¿Cómo interactúan los componentes del tren de rodaje? ¿Qué antigüedad tienen las distintas piezas? ¿Existe la posibilidad de que un repuesto utilizado ya estuviera inutilizable durante la instalación? ¿Puede tener relación con reparaciones ya realizadas? ¿Se respetaron los intervalos de mantenimiento? ¿Ha surgido el defecto de repente o paulatinamente? ¿Existe relación con un accidente? Después de estas reflexiones previas resulta útil ir pasando de las causas más probables a las improbables.
A menudo ya la inspección visual revela tornillos y tuercas que no están apretados correctamente o que están dañados, resortes rotos o estabilizadores deteriorados. Los amortiguadores a menudo fueron instalados dejándolos tensionados o presentan nebulizaciones de aceite – en este último caso, podrían venir de otras fuentes. Además, las pequeñas fugas no suelen perjudicar al funcionamiento. Además, habría que verificar si los casquillos, las uniones de caucho-metal, las articulaciones esféricas, los rodamientos o los manguitos protectores del tren de rodaje presentan desgaste o deterioro.
Lo mismo es aplicable para los apoyos de rueda: ¿es posible que tengan demasiada holgura en algún sitio? Un perfil del neumático marcado por un desgaste no uniforme o daños característicos a menudo también indica determinados defectos del tren de rodaje. Si nada de esto ayuda, se deberían peritar todos los componentes críticos por segunda vez y ampliar la búsqueda a otros ámbitos del vehículo.